Seguidilla


Sobre las piedras de este río
cepillo tu pelo mojado.

De los árboles, ciertos pájaros
nos observan callados,
celosos de nuestro oficio.

En la orilla del río, niña,
hay flores llenas de rocío.

No hay nada como tu
con tu brillo delicado,
tu olor de romero, de vainilla,
tus brazos de mariposa.

Sobre los troncos del bosque,
bailamos la Seguidilla,
giramos en la rueda, sacamos
en la flauta una cancioncita.

En un carrusel de mujeres
giran en el aire madre e hija.

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